miércoles, 21 de octubre de 2009

EL VESTIDO EN LA VIDA URBANA CONTEMPORÁNEA

El vestido como metáfora




La vida cotidiana en las grandes ciudades, en su diversidad multifrénica, parece ser lo único permanente de la cultura contemporánea. De hecho, el carácter efímero de la moda actual es lo que parece garantizar, paradójicamente, la única forma
de permanencia a la que es posible aspirar en tiempos de escepticismo y
relativización de paradigmas.
En estos apuntes para una etnografía de lo cotidiano, propongo considerar la existencia de tres periodos en el desarrollo de la moda, y me centraré en las formas culturales propiamente urbanas, en las cuales la significación otorgada al vestido es más conmutativa y provisional que en otros contextos.


MODA CLÁSICA

La moda surge como fenómeno social en Europa a principios del siglo XIV. Hasta ese momento, la ropa cumplía una función de distinción social únicamente en términos de las diferentes calidades de los materiales.
El periodo clásico de la moda comprende los siglos XIV al XVIII, y responde a lo que sociólogo Georg Simmel ha llamado estrategias de imitación. Las clases subalternas imitan a las clases superiores, las cuales a su vez, como estrategia de distinción, crean nuevas modificaciones a la moda. En este sentido, la moda siempre está en proceso de devenir y en competencia con su propio ritmo.
Algunos elementos provenientes de esta tradición subsisten hasta nuestros días, no sólo en términos de distinción social, sino también en el empleo metafórico de algunos términos sartorianos.
Desde esta perspectiva, en términos generales, vestir puede significar cubrir la realidad, disfrazarla y crear una distancia entre la verdad y su revelación, mientras el acto de desvestir puede ser entendido precisamente como una forma de acceder a la verdad, pues ésta se representa como necesariamente desnuda. Este sistema de metáforas reproduce una metafísica de la profundidad, es decir: la creencia en verdades profundas que es posible descubrir a través de una búsqueda
específica.


Aquí y ahora

Las formas contemporáneas de la moda descritas en el apartado anterior han sido interpretadas de dos maneras diferentes: como una estrategia de democratización (Gilles Lipovetsky) o bien como una ilusión de democratización (Jean Baudrillard).
Cada una de estas posturas se deriva, respectivamente, de lo que Hal Foster llama posmodernidad de reacción y posmodernidad de resistencia. Mientras la primera rechaza la modernidad con el fin de afirmar los valores humanistas, la segunda desconstruye la modernidad y critica los valores humanistas, como la libertad, la belleza y la individualidad.
Cualquiera que sea la interpretación que adoptemos ante estos fenómenos, podemos ya reconocer algunas características de la moda posmoderna:
  • Celebración del simulacro (joyas falsas, moda retro)
  • Intertextualidad fragmentaria (montaje, collage, bricolage)
  •  Vaciamiento de sentidos tradicionales (uso de símbolos religiosos como
ornamentos; uso de materiales caros en condiciones comunes)
Esta moda, cuya naturaleza es vertiginosamente cambiante, pues depende de cada individuo en cada momento de su vida cotidiana, está con nosotros, en los espacios urbanos desde hace varios años, y parece ser tan permanente como la presencia de los jeans.
La moda posmoderna, donde la simulación constituye una crítica a la tradición semiótica de la representación, y en la que el juego textual es una especie de carnaval de las apariencias, ha terminado por construir al sujeto virtual, cuyo carácter efímero es lo único permanente de nuestra socialidad cotidiana.

Amarillo, Amarillo, Amarillo - Color de moda esta temporada

 
Está claro, el amarillo será uno de los colores del próximo año, haciendo oídos sordos a su mala prensa que lo asocia a la mala suerte. La empresa Pantone, una autoridad en el mundo del color, ha confirmado que el color Pantone 14-0848, más conocido como mimosa, será el color que marcará el próximo año.

“Pienso que es simplemente el maravilloso color simbólico del futuro”, dijo Leatrice Eisemna, directora ejecutiva de Pantone Color Institute. “Está conectado invariablemente al calor, sol y alegría, todas las cosas buenas de las que estamos bastante necesitados”.
El color amarillo destaca por su calidez, se trata de un amarillo rojizo sinónimo de esperanza y optimismo. Este amarillo toma el protagonismo en una temporada en la que la innovación y la imaginación serán esenciales, afirma Eisemna.

Este amarillo más “tranquilo”, por describirlo de alguna manera, es distinto al utilizado en colecciones anteriores, donde el amarillo más fuerte predominó.

Es un tono que irradia imaginación e innovación

Un claro ejemplo del protagonismo del color mimosa lo encontramos ya en los desfiles de Louis Vuitton, Ossie Clark, Christopher Kane, etc… En las colecciones de modas de primavera dadas a conocer a principios del otoño para los minoristas y editores, el amarillo iluminó las pasarelas de Carolina Herrera, quien nombró a su color favorito caléndula, así como de Badgley Mischka, Za Posen y Michael Kors, entre otros. Kors incluyó un bikini con círculos amarillos que claramente se remontaba a un tiempo más alegre.

El amarillo puede ser complicado de llevar. Es mejor utilizarlo como un elemento de color, ya sea en zapatos, una bolsa o una playera, en vez de llevarlo como un color para todo el atuendo, aconsejan los estilistas Jesse Garza y Joe Lupo. Pero la tonalidad correcta de amarillo para tu color de piel puede hacer que todo tu atuendo sea más llamativo.


El Vestido Negro - Clase que nunca falla



En esta temporada como en todas hay fiestas y aveces la eleccion mas sencilla y mas adecuada es el clasico vestido negro, ese nunca puede fallar, solo escoge el que quede mas de acuerdo a tu estilo.

Ya sea que te distingues por ser una chica fresca, gotica o muy formal escoge un corte que vaya deacuerdo a tu figura, estatura y sobretodo tu estilo, en estas imagenes te presentamos algunos estilos definidos que te pueden dar una perspectiva que te gustará.

Algo mas sencillo para un evento especial aunque no tan formal, quieres lucir un poco mas “old fashion” unos guantes a la altura de a muñeca son una eleccion con mucha clase, para aquellas mas aventadas pueden decidirse por algo mas ostentosos o extravagante. Recuerden todo esta en como se porta, uno dá el estilo a la ropa no al revez.

Durante el último verano pudimos ver que los minivestidos y las faldas por arriba de la rodilla eran las favoritas de todas. Y mostrar las piernas bronceadas y suaves era una de las fuertes tendencias que hasta se metió en la temporada de invierno. Pero esta vez las cosas cambian.
Para el nuevo verano, tal como vimos en Vogue, las faldas y vestidos se alargan hasta la rodilla, mejor dicho, casi que por los tobillos. No, no se trata de un movimiento puritano o algo por el estilo, simplemente las cosas cambian, y ahora es tiempo de guardar las minis.
Para pasar el frío los largos se alargan, las piernas se esconden, y por lo menos, nos hemos librado de las queridas leggings luego de tanto tiempo. ¿Quieres ver las propuestas de las marcas y diseñadores? Sigue leyendo.


Dries Van Noten apuesta por un look vintage compuesto por una falda plisada por debajo de la rodilla y un top semitransparente color maquillaje. Emanuel Ungaro es otro de los apuesta por las faldas largas y nos ofrece una de vuelo en seda estampada con florales de invierno. Reminiscencias de los años cuarenta en la propuesta de Halston para la temporada otoño-invierno 2008/09.

Por su parte Prada plantea un vestido negro por debajo de la rodilla con encaje y transparencias. La firma Issa también apuesta a los vestidos, y nos presenta uno en blanco y negro con mangas kimono y estampado op-art. Si te gusta el movimiento, la falda con vuelo de Yves Saint Laurent es para ti.



EQUIPO: LAS MAS BELLAS

Aline Veruete Estrada
Diana Giovanna Nuñes Hernandéz

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